Perdido como Papa Noel en Aleppo...



  La tira se lee sola, da para pensar, no ?

  Si Santa Claus (o Papá Noel, como lo quieran llamar) existiera, si tuviera la magia para recorrer el mundo visitando cada niño de cada ciudad, entonces vamos a imaginarlo llegando a Aleppo, con  regalos para los miles de niños que viven ahí. Juguetes para los pequeños de la lista de los buenos y para los otros también, porque ese temita de la lista le debe dar risa... cosas de los padres para que sus hijos se porten bien...

 Imaginenlo tratando de hallar a los niños... ni una pista, ni una risa... ni siquiera llantos. 

 Imaginenlo con sus bolsas de juguetes sin dueño, meditando quizás que los hombres terribles que provocaron tanta matanza, una vez jugaron con autitos y muñecas que el les regaló.

 Pero su magia no puede revivir a un niño. No puede revivir a muchos niños. No puede revivir a todos los niños de una ciudad entera.

 Si ese ser existiera... seguramente se volvería a su casa del Polo Norte con sus cosas y no saldría nunca más de allí. Nunca más.

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